Lo distinto es la forma de expresarse, el lenguaje, la terminología. Pero son cosas específicas del lenguaje que se van entendiendo.
Óscar Mercado ingresó a la Fundación en el año 2018, y actualmente está cursando cuarto año (séptimo semestre) de Administración Pública en la U de Chile. El mes de febrero inició un intercambio estudiantil en Bogotá, Colombia.
¿Cómo surge la posibilidad del intercambio?
Yo siempre tuve la idea de viajar a otro lugar, tener la experiencia de vivir o estudiar en otro país. Si bien yo nací en Bolivia, Chile ya es mi casa, entonces tenía el sueño de viajar a otro país. Lo que me llamó la atención era ir a la Escuela Superior de Administración Pública Latinoamericana. Es una institución muy grande, tiene 137 sedes en Colombia. Una de sus características es que tiene una parte académica y otra parte gubernamental, manejada por el gobierno.
¿Cómo fue tu recepción en la universidad?
Cuando llegué a Bogotá me fueron a buscar al aeropuerto personas de la universidad. Al día siguiente nos hicieron un tour por la universidad, nos presentaron a los profesores, fue muy bonito. La esencia de los colombianos es la amabilidad, son personas de piel.
¿Cómo ha sido la experiencia con las clases?
Bien. No es tan distinto a lo que he visto en Chile. Lo distinto es la forma de expresarse, el lenguaje, la terminología. Pero son cosas específicas del lenguaje que se van entendiendo. La escala de notas también es distinta, es de 0 a 5. Mi ramo favorito es “gestión de grupos y redes”, que es un curso obligatorio en Colombia que hace reflexionar si las personas estamos evolucionando o si sólo está evolucionando la tecnología. A pesar de estar cerca presencialmente, estamos lejos como humanos. Entonces se reflexiona sobre el contacto humano desde la perspectiva del ámbito público. La profesora es muy buena.
Además de lo académico, ¿Qué otras actividades has tenido?
Hicimos una salida con la gente de mi curso de “Gestión de grupos y redes”. Fuimos a hacer clases a la calle, que acá es algo normal. Querían que yo conociera parte del casco histórico de Bogotá, así que se organizó el curso completo con la profesora para hacer esa salida. Fue una muy bonita experiencia. Los jóvenes de nuestra edad son curiosos y atentos, quieren saber sobre Chile, sobre mi vida. No hay barreras por ser extranjero, al contrario.
¿Qué te ha llamado la atención de Colombia?
Otra cosa que me llama la atención sobre las personas es que para ellos es algo muy malo saltarse el torniquete en el transporte público. Es algo muy arraigado. La gente que no tiene la tarjeta, o que no tiene saldo en la tarjeta, le paga directo al chofer, porque quiere contribuir al transporte, se ve un compromiso. También la gente se presta la tarjeta cuando alguien no tiene saldo suficiente. Eso lo he visto varias veces, que es algo muy raro de ver en el Transantiago.
También me llama la atención el clima. Desde que llegué ha llovido sin parar. Bogotá está en el centro del país, y su clima es muy impredecible. Las estaciones son distintas.
¿Tienes algún viaje previsto dentro de Colombia?
Iremos de viernes a lunes al eje cafetero con un grupo de estudiantes de intercambio que están en Bogotá. Ya tienen todo organizado: el bus, el alojamiento y la comida. Vamos a visitar Pereira, Armenia, Salento, al Valle de la Cocora y al Valle de las Palmeras.
Las clases de Óscar terminan el 8 de junio, y su regreso a Chile está pronosticado para fines de junio, para retomar el segundo semestre en su universidad. ¡Que sigan los aprendizajes y que tengas una muy buena estadía en Colombia!